Prodigios de la Naturaleza

Eso es lo que somos los dos.

Hoy os traemos las imágenes de nuestra última excursión. Este fin de semana “largo” (aquí el lunes era fiesta), el reducto de gente que se quedaba en Santiago (entre ellos, nosotros) decidimos salir un poco de la ciudad para, al menos, poder respirar un poco de aire limpio. Así que decidimos pasar dos días en “Cajón del Maipo”. Se trata de un estrecho valle que sube por los Andes desde el Valle Central de Santiago hasta la frontera Argentina. Nos sorprendió cómo en un sitio tan alucinante, y tan cerca de Santiago (apenas 70 km) no había casi nadie!!

En fin, fuimos un grupo bastante numeroso, unas 11 personas y nos quedamos a dormir en unas cabañas algo cutrecillas; aunque, en verdad, tampoco necesitábamos nada más.

El primer día estuvimos en una cascada, el “Velo de la novia” se llamaba (sale en la primera foto), y bueno, tampoco es que fuera demasiado espectacular pero echamos un buen rato… El atardecer fue precioso, y si que mereció la pena! Las montañas fueron cambiando de color a medida que bajaba el sol, y los rayos, que pasaban entre las nubes, creaban una especie de “destellos luminosos”. De repente todo se puso naranja. Muy bonito, la verdad.

Por la noche regresamos a nuestras casitas (tres “matrimoniales” para todos los que íbamos… como sardinas en lata, pero con muchas risas!) y claro que sí, siguiendo la cultura chilena, nos hicimos nuestro buen asadito.

Pero lo realmente increíble llegó al día siguiente: subimos hasta los “Baños Colina”. Se trata de unas termas de agua sulfurosa a 3200 metros de altura (casi na!) rodeados de cerros altísimos y a tan solo 10 km de la frontera Argentina…. Queridos amigos, ni Sierra Nevada, ni Pirineos, ni Alpes, ni nada… Esto sí son montañas!!

La señora que aparece en medio del grupo era una viejita muy simpática, adicta a los baños termales los cuales, según ella, curaban la artrosis, el reuma, el asma, las erupciones cutáneas, y todas las enfermedades que se sabia de memoria. El caso es que nos estuvo contando que había un volcán allí debajo y otras explicaciones (que a alguno le parecieron bastante poco científicas) de porqué salía agua caliente en este sitio tan alto. Pero el caso es que, después de las pertinentes comprobaciones de Raúl, supimos que la señora tenía razón: estábamos en la falda de un volcán, el San José, de 5900 metros!!

Fue increíble meterse en agua a 40º rodeados de nieve y glaciares.

El viaje de vuelta, como el de ida, también fué de lo mas entretenido. Habíamos alquilado un cochecito (kia morning) al cual “puteamos” a más no poder: pedregales, barro, ríos, carreteras junto a precipicios…. Pero sobrevivió, y nosotros con él!

Bueno, pues ya sabéis adonde os llevaremos cuando vengáis, si la nieve lo permite claro, para que veáis de cerca los Andes!!

Y por cierto, hemos salido en El Pais, bueno, nosotros no, nuestra casa. Si pinchais en el enlace veréis en primer término nuestro barrio (Providencia). Nuestra casa está justo en la esquina inferior izquierda, detrás de un edificio blanco con forma de I. La noticia no es muy buena, pero es nuestra realidad de este invierno austral!

Volvemos prontito gente, con más cositas. Mientras tanto, cuidaros todos y recibid miles de besos de vuestros enviados al SUR!!

B&R