miércoles, 5 de septiembre de 2007

La Tierra más lejos de Tierra de la Tierra (I)

El martes volvimos de la Isla de Pascua. Este pedacito de tierra en medio de ningún sitio nos atrapó, y nos dejó encantados. Es el sitio más alejado de cualquier otra tierra de todo el planeta. El sitio más cercano es Chile, que está a 4000 km, por el otro lado, Tahití queda a casi 6000, por lo que la sensación de insularidad y aislamiento es total.

Más allá de los famosos Moais, Pascua es un sitio con una historia de lo más curiosa. Cuando fue descubierta para los occidentales, allá por 1720, el navegante holandés que dio con ella por casualidad apenas encontró a unos cientos de aborígenes empobrecidos, pero esto era el final de una historia mucho más larga e interesante. Al parecer los primeros pobladores llegaron sobre el S. IV provenientes, según se cree, de Tahití o alguna otra isla polinésica. Y aquí llegan los primeros interrogantes: ¿Cómo dieron a parar a este lugar si no sabían que estaba allí? ¿Cómo hicieron hace 1600 años una travesía de 6000 km. por medio del océano más grande del mundo? A parecer una tribu se echó al mar en sus balsas y dio con la isla por casualidad, pero mucho de esto ultimo tuvo que haber para poder dar con el lugar! La isla es muy pequeña, pues apenas tiene 20 km en su lado mas ancho, por 10 en los lados estrechos. Forma un triángulo casi perfecto con un volcán (extinto) en cada esquina:

El caso es que cuando llegaron la isla estaba cubierta de selva, y era muy fértil, así que se instalaron allí (¿como iban a volverse para atrás?) y con el paso de los siglos se olvidaron de donde habían venido, de modo que llegaron a pensar que todo el mundo era un inmenso océano y que toda la tierra que había era su isla. De ahí que la llamasen “Te pito o te henua” que significa el ombligo del mundo. Empezaron a tallar y a adorar a los Moais como representaciones de sus antepasados, y los instalaron por toda la isla en una especie de plataformas llamadas “Ahu”, de modo que cada aldea tenía su Ahu, protegiéndoles y siempre con los Moais de espaldas al mar.

Aquí viene la segunda pregunta: ¿Cómo demonios lo hicieron para trasladar estas gigantescas estatuas desde la cantera a toda la isla? Hay que tener en cuenta que algunas pesan hasta 300 toneladas, y que los desplazamientos podían ser de hasta 20 km… y esta gente no tenía precisamente grúas y camiones para trasportarlos.

Con el paso del tiempo la población de la isla fue creciendo y creciendo hasta alcanzar, según se calcula, los 20.000 habitantes, pero claro, un territorio tan pequeño no daba tanto de sí, de modo que cuando se quedaron sin sitio para cultivar hubo una crisis, agravada al parecer por algún desastre ecológico o geológico (tercer interrogante ¿sequia, erupción, tsunami…?) y entraron en una especie de guerra civil de la cual apenas sobrevivieron los escasos cientos de aborígenes que encontraron los marineros holandeses, y en la cual sucumbió también toda la cultura que habían construido durante siglos. Además, no se sabe porqué, también derribaron todos los Moais de la isla, de hecho los pocos que están en pié han sido levantados en las últimas décadas. Ellos te cuentan que lo que pasó allí podría ser un experimento a escala de lo que podría llegar a pasar con el planeta entero…. Puede que no les falte razón ¿verdad?